Policías: Historia y particularidad en las aplicaciones de sus uniformes
Los uniformes policíacos han tenido una historia única y colorida desde su comienzo en los primeros años del sigo XIX, y aun que los estilos específicos del uniforme pueden variar de lugar a lugar, comparten ciertos elementos y un propósito común.
Los agentes policíacos utilizan el uniforme para ayudarlos a establecer una presencia visual, permitiéndolos ser fácilmente identificados por los ciudadanos que puedan requerir su asistencia. En muchas ocasiones un oficial uniformado es suficiente para detener un crimen y los uniformes ayudan a que los agentes se identifiquen entre ellos rápidamente en la escena de un crimen.
Primeros uniformes policíacos de los principios de los años 1800’s
La estandarización de los uniformes de policías se implemento en el Reino Unido en el año 1828. Los oficiales portaban un traje de cola azul con cuello alto, pantalones blancos durante el verano o pantalones oscuros durante los meses más fríos y un sombrero reesforzado con varillas que cumplía con dos propósitos: una prenda que los distinguía fácilmente y un escalón para que pudieran ver encima de bardas o cercas. Se diferenciaban de las patrullas militares ya que no portaban armas.
Evolución del uniforme moderno
En 1854 empezaron a surgir los primeros uniformes estandarizados en Estado Unidos en las ciudades de Boston, Nueva York y Chicago. Los uniformes consistían principalmente de uniformes que sobraban del Ejercito de la Unión – un traje azul y un sombrero alto o un casco. Al mismo tiempo en zonas más rurales se acostumbraba usarse ropa de civil y solo una placa oficial que identificaba a los policías y los distinguía del resto de la población.
Para el principio del siglo XX, se formalizo el uniforme que ahora icluye una camisa de botones con una corbata, pantalones oscuros y una chamarra estilo militar. En esta época fue cuando los policías también empezaron a usar las gorras de pico duro para distinguirlos como servidores públicos. Las armas se volvieron un estándar oficial y la chamarra se usaba para cubrirlas.
En los años 1960’s los uniformes cambiaron drásticamente, utilizando más prendas de un estilo de negocios formales y menos militarizado. Esto permitía a los ciudadanos ver al cuerpo policiaco de una manera más humana.
En la actualidad los uniformes tomaron una forma mas militar al incluir elementos tácticos para proteger a los policías mientras hacen sus labores.
Los uniformes de los policías varían en color de país en país, pero generalmente son de tonalidades oscuras. Existen razones tanto practicas como psicologicas para esto. Los colores oscuros esconden bien la suciedad y manchas de mejor forma que los colores claros. También los colores oscuros son más difíciles de ver de noche, lo que los hace perfectos para operaciones clandestinas. De acuerdo a varios estudios, los colores también influyen en la percepción de las comunidades hacia las fuerzas policíacas; mientras que el azul muchas veces se asocia con sentimientos de seguridad, el negro normalmente es un color más agresivo.
No es ninguna sorpresa que los uniformes de policías juegan un papel importante en crear un lazo entre las comunidades y los departamentos policíacos en los que confían en protegerlos. Es y siempre será una herramienta sumamente importante para todas las fuerzas policíacas.
